Exponer a Banksy cuesta solo una libra
El precio de la exposición era una ganga. El éxito estaba garantizado y las condiciones del artista se cumplieron con facilidad. El Ayuntamiento de Bristol ha informado que Banksy cobró sólo una libra esterlina por la muestra que estáabierta al público británico hasta el 31 de agosto de 2009. Más de 230.000 personas han visitado la exposición desde su apertura en junio en el principal museo de esta ciudad del sur de Inglaterra, que es la ciudad natal del artista emblemático del arte callejero británico.Su originalidad es tan conocida como su anonimato. Banksy participó en el montaje de la exposición, que exigió al Ayuntamiento que destruyera las cintas de las cámaras de videovigilancia de la instalación municipal.
No podía haber una petición más razonable. El artista no sólo protegía su anonimato sino que además se cobraba una especie devenganza personal contra la profusión de cámaras que vigilan con sus miles de ojos cada paso que dan los ciudadanos británicos. El Ayuntamiento no niega que el negocio de la exposición, de acceso gratuito, no ha podido ser mejor. "Es la libra mejor gastada nunca por el Ayuntamiento", dijo uno de los concejales. Aunque la institución local se ha visto obligada a hacer públicos algunos de los términos del contrato, obligado por una petición hecha al amparo de la Ley de Libertad de Información, sí ha ocultado todos aquellos conceptos que podrían revelar la identidad del artista.
Aparece el nombre de Pest Control Office, cuya web informa que es la instancia adecuada para verificar si algunas de las pintadas callejeras son realmente obra de Banksy. Provocación es una palabra que se asocia de forma habitual al trabajo del artista. La exposición de Bristol incluye muchos ejemplos de esto, pero sobre todo un grado de elaboración que no es habitual en el trabajo en la calle, en especial porque no hay tiempo suficiente antes de que aparezca la Policía. Nadie está a salvo con Banksy, pero los sospechosos habituales tienen un papel prominente. Vemos el hemiciclo de la Cámara de los Comunes con chimpancés ocupando todos y cada uno de los escaños, una imagen que los británicos encuentran ahora muy apropiada a causa del escándalo de los gastos de los parlamentarios. Una mujer vestida con burka empuña una sartén mientras hace un huevo frito. El burka es tan impecable como el delantal que lleva puesto, en el que está dibujado el cuerpo de una mujer vestida sólo con ropa interior y liguero.
Siempre surgen nuevas obras similares al estilo de Banksy y durante un tiempo se mantiene la incógnita sobre la autoría. Acaba de aparecer en Bristol la imagen de un Cristo crucificado y vestido con la camiseta del equipo de fútbol de la ciudad. Como Banksy es un declarado hincha del club, las apuestas se inclinan por que él sea el autor, al menos hasta que Pest Control Office diga la última palabra.
Íñigo Sáez de Ugarte, Londres: Exponer a Banksy cuesta solo una libra, Público, 16 de agosto de 2009
No podía haber una petición más razonable. El artista no sólo protegía su anonimato sino que además se cobraba una especie devenganza personal contra la profusión de cámaras que vigilan con sus miles de ojos cada paso que dan los ciudadanos británicos. El Ayuntamiento no niega que el negocio de la exposición, de acceso gratuito, no ha podido ser mejor. "Es la libra mejor gastada nunca por el Ayuntamiento", dijo uno de los concejales. Aunque la institución local se ha visto obligada a hacer públicos algunos de los términos del contrato, obligado por una petición hecha al amparo de la Ley de Libertad de Información, sí ha ocultado todos aquellos conceptos que podrían revelar la identidad del artista.
Aparece el nombre de Pest Control Office, cuya web informa que es la instancia adecuada para verificar si algunas de las pintadas callejeras son realmente obra de Banksy. Provocación es una palabra que se asocia de forma habitual al trabajo del artista. La exposición de Bristol incluye muchos ejemplos de esto, pero sobre todo un grado de elaboración que no es habitual en el trabajo en la calle, en especial porque no hay tiempo suficiente antes de que aparezca la Policía. Nadie está a salvo con Banksy, pero los sospechosos habituales tienen un papel prominente. Vemos el hemiciclo de la Cámara de los Comunes con chimpancés ocupando todos y cada uno de los escaños, una imagen que los británicos encuentran ahora muy apropiada a causa del escándalo de los gastos de los parlamentarios. Una mujer vestida con burka empuña una sartén mientras hace un huevo frito. El burka es tan impecable como el delantal que lleva puesto, en el que está dibujado el cuerpo de una mujer vestida sólo con ropa interior y liguero.
Siempre surgen nuevas obras similares al estilo de Banksy y durante un tiempo se mantiene la incógnita sobre la autoría. Acaba de aparecer en Bristol la imagen de un Cristo crucificado y vestido con la camiseta del equipo de fútbol de la ciudad. Como Banksy es un declarado hincha del club, las apuestas se inclinan por que él sea el autor, al menos hasta que Pest Control Office diga la última palabra.
Íñigo Sáez de Ugarte, Londres: Exponer a Banksy cuesta solo una libra, Público, 16 de agosto de 2009