El trazo preciso del cineasta samurái
Una muestra reúne los 'storyboards' de los últimos filmes de Akira Kurosawa
Akira Kurosawa (1910-1998) creía en el acto creativo total. Por eso literatura y arte están en la base de una obra monumental en la que fundió su tradición cultural -era descendiente de samuráis- con influencias que van desde la pintura de Van Gogh a los dramas de Shakespeare (si Trono de sangre es su adaptación de Macbeth, Ran es una versión libre de El rey Lear) o la narrativa rusa.
Pero si lo primero en el proceso creativo de Kurosawa fue siempre la escritura del guion -solía aislarse en un hotel hasta que tenía una idea-, nunca abandonó su formación en Bellas Artes y dibujó sus propios storyboards. De hecho, a partir de los años ochenta, cuando el cine japonés se sumió en una profunda crisis, le sirvieron para promover sus proyectos entre los productores y mostrar con precisión lo que quería contar. Hasta el 12 de junio, el Museo ABC de Dibujo e Ilustración muestra 115 obras pertenecientes a los storyboards de las seis últimas películas de Kurosawa: Kagemusa, la sombra del guerrero (1980), Ran (1985), Los sueños de Akira Kurosawa (1990), Rapsodia en agosto (1991), Espera un poco (1993) y su último proyecto, El mar que nos mira, que llevó a cabo póstumamente su discípulo, Kei Kumai, en 2002. "Cuando dibujo los storyboards pienso en muchas cosas: el encuadre, la psicología y las emociones de los personajes, sus movimientos, el ángulo de la cámara adecuado para la captura de esos movimientos, la iluminación, el vestuario y los accesorios. [...] De este modo concibo, materializo y plasmo la imagen de cada escena de la película antes de verla claramente. Hasta que no llega ese momento no comienzo a rodar", declaró el director. Realizados en una mezcla de técnicas -lápiz, rotulador, acuarela-, en estos dibujos preparatorios se une, en palabras del comisario de la exposición, Josep Maria Caparrós, "la compleja iconografía oriental con la pintura impresionista que tanto admiraba -Van Gogh, Renoir, Cézanne- y son, a la vez, origen y síntesis constructiva del cine de Akira Kurosawa: una partitura plástica que prefigura el rodaje de la imagen en movimiento".
La muestra también incluye los carteles originales de su filmografía y dos piezas del vestuario de Ran, que le valió el Oscar en 1985 en ese apartado.
La mirada del samurái: Los dibujos de Akira Kurosawa y Lorenzo Goñi: Radiografías y retratos en ABC. Museo ABC. Amaniel, 29-31.
Akira Kurosawa (1910-1998) creía en el acto creativo total. Por eso literatura y arte están en la base de una obra monumental en la que fundió su tradición cultural -era descendiente de samuráis- con influencias que van desde la pintura de Van Gogh a los dramas de Shakespeare (si Trono de sangre es su adaptación de Macbeth, Ran es una versión libre de El rey Lear) o la narrativa rusa.
Pero si lo primero en el proceso creativo de Kurosawa fue siempre la escritura del guion -solía aislarse en un hotel hasta que tenía una idea-, nunca abandonó su formación en Bellas Artes y dibujó sus propios storyboards. De hecho, a partir de los años ochenta, cuando el cine japonés se sumió en una profunda crisis, le sirvieron para promover sus proyectos entre los productores y mostrar con precisión lo que quería contar. Hasta el 12 de junio, el Museo ABC de Dibujo e Ilustración muestra 115 obras pertenecientes a los storyboards de las seis últimas películas de Kurosawa: Kagemusa, la sombra del guerrero (1980), Ran (1985), Los sueños de Akira Kurosawa (1990), Rapsodia en agosto (1991), Espera un poco (1993) y su último proyecto, El mar que nos mira, que llevó a cabo póstumamente su discípulo, Kei Kumai, en 2002. "Cuando dibujo los storyboards pienso en muchas cosas: el encuadre, la psicología y las emociones de los personajes, sus movimientos, el ángulo de la cámara adecuado para la captura de esos movimientos, la iluminación, el vestuario y los accesorios. [...] De este modo concibo, materializo y plasmo la imagen de cada escena de la película antes de verla claramente. Hasta que no llega ese momento no comienzo a rodar", declaró el director. Realizados en una mezcla de técnicas -lápiz, rotulador, acuarela-, en estos dibujos preparatorios se une, en palabras del comisario de la exposición, Josep Maria Caparrós, "la compleja iconografía oriental con la pintura impresionista que tanto admiraba -Van Gogh, Renoir, Cézanne- y son, a la vez, origen y síntesis constructiva del cine de Akira Kurosawa: una partitura plástica que prefigura el rodaje de la imagen en movimiento".
La muestra también incluye los carteles originales de su filmografía y dos piezas del vestuario de Ran, que le valió el Oscar en 1985 en ese apartado.
La mirada del samurái: Los dibujos de Akira Kurosawa y Lorenzo Goñi: Radiografías y retratos en ABC. Museo ABC. Amaniel, 29-31.
Isabel Lafont, Madrid: El trazo preciso del cineasta samurái, EL PAÍS, 7 de abril de 2011