La Fundación Dalí presenta su última adquisición
Se trata de un estudio para «La miel es más dulce que la sangre», adquirido en una subasta por 4,8 millones de euros
La Fundación Gala-Salvador Dalí ha presentado hoy en la Sala de las Loggias del Teatro-Museo Dalí de Figueras su última adquisición del artista: un estudio para «La miel es más dulce que la sangre», que podrá admirarse a partir de mañana. Se trata de la obra que la fundación adquirió en febrero en una subasta celebrada en Christie's de Londres y por la que pagó 4 millones de libras (4,8 millones de euros), estableciendo entonces un nuevo récord para el artista español. La obra, realizada en 1926, duplicó las estimaciones (2-3 millones de libras). Es una de las primeras obras surrealistas de Dalí. En su autobiografía, éste califica la masturbación como «más dulce que la miel», mientras que para su amigo Lorca las relaciones sexuales eran como «una selva de sangre». Además, en esta obra figuran elementos fetichistas como un burro muerto rodeado de moscas, agujas clavadas en la arena, un cadáver decapitado de mujer y una cabeza con los ojos cerrados que podría ser la de Lorca. Pero muy poco duró ese récord. Un día después, su «Retrato de Paul Éluard», pintado en 1929, se vendió por 13,5 millones de libras (15,9 millones de euros).
La nueva obra que ahora se incorpora a los fondos de la Fundación Gala-Dalí presenta un gran interés también por ser el estudio para una pintura hoy desaparecida, «La miel es más dulce que la sangre», de 1927. En el estudio podemos destacar los mismos elementos iconográficos que hacen tan especial la obra ya acabada: los aparatos, la cabeza cortada, la sangre, el burro putrefacto..., elementos que nos remiten a la «nueva estética» del pintor y en los que podemos observar las primeras referencias claras al surrealismo. Esta «nueva estética» es la que el propio Dalí anuncia formalmente en algunos de sus textos publicados en «L’Amic de les Arts», como «Sant Sebastià» o «La meva amiga i la platja», y que también comenta a su amigo, el poeta García Lorca, en las cartas que ambos intercambian durante este período.
Sabemos, asimismo, que la obra pictórica de Dalí no se puede separar de su producción escrita. Este rasgo característico en la trayectoria artística del pintor comienza precisamente en este momento, mientras se está gestando «La miel es más dulce que la sangre» y, por tanto, su estudio. Tanto estas pinturas como el texto indican un punto de inflexión en el arte de Dalí tras un período de diversos años durante los cuales experimenta con gran diversidad de estilos modernos y contemporáneos.
«La miel es más dulce que la sangre» y su estudio son, por tanto, obras que marcan un proceso de cambio estilístico en el que aparecen elementos de la etapa anterior, como las cabezas cortadas que nos revelan la huella de su nuevo clasicismo y, sobre todo, la influencia de Picasso. En ellas se detectan también las primeras influencias de otros artistas contemporáneos, como Joan Miró, Yves Tanguy y, sobre todo, Giorgio de Chirico.
La Fundación Gala-Salvador Dalí ha presentado hoy en la Sala de las Loggias del Teatro-Museo Dalí de Figueras su última adquisición del artista: un estudio para «La miel es más dulce que la sangre», que podrá admirarse a partir de mañana. Se trata de la obra que la fundación adquirió en febrero en una subasta celebrada en Christie's de Londres y por la que pagó 4 millones de libras (4,8 millones de euros), estableciendo entonces un nuevo récord para el artista español. La obra, realizada en 1926, duplicó las estimaciones (2-3 millones de libras). Es una de las primeras obras surrealistas de Dalí. En su autobiografía, éste califica la masturbación como «más dulce que la miel», mientras que para su amigo Lorca las relaciones sexuales eran como «una selva de sangre». Además, en esta obra figuran elementos fetichistas como un burro muerto rodeado de moscas, agujas clavadas en la arena, un cadáver decapitado de mujer y una cabeza con los ojos cerrados que podría ser la de Lorca. Pero muy poco duró ese récord. Un día después, su «Retrato de Paul Éluard», pintado en 1929, se vendió por 13,5 millones de libras (15,9 millones de euros).
La nueva obra que ahora se incorpora a los fondos de la Fundación Gala-Dalí presenta un gran interés también por ser el estudio para una pintura hoy desaparecida, «La miel es más dulce que la sangre», de 1927. En el estudio podemos destacar los mismos elementos iconográficos que hacen tan especial la obra ya acabada: los aparatos, la cabeza cortada, la sangre, el burro putrefacto..., elementos que nos remiten a la «nueva estética» del pintor y en los que podemos observar las primeras referencias claras al surrealismo. Esta «nueva estética» es la que el propio Dalí anuncia formalmente en algunos de sus textos publicados en «L’Amic de les Arts», como «Sant Sebastià» o «La meva amiga i la platja», y que también comenta a su amigo, el poeta García Lorca, en las cartas que ambos intercambian durante este período.
Sabemos, asimismo, que la obra pictórica de Dalí no se puede separar de su producción escrita. Este rasgo característico en la trayectoria artística del pintor comienza precisamente en este momento, mientras se está gestando «La miel es más dulce que la sangre» y, por tanto, su estudio. Tanto estas pinturas como el texto indican un punto de inflexión en el arte de Dalí tras un período de diversos años durante los cuales experimenta con gran diversidad de estilos modernos y contemporáneos.
«La miel es más dulce que la sangre» y su estudio son, por tanto, obras que marcan un proceso de cambio estilístico en el que aparecen elementos de la etapa anterior, como las cabezas cortadas que nos revelan la huella de su nuevo clasicismo y, sobre todo, la influencia de Picasso. En ellas se detectan también las primeras influencias de otros artistas contemporáneos, como Joan Miró, Yves Tanguy y, sobre todo, Giorgio de Chirico.