Zúrich viaja en el tiempo para resucitar a Picasso

'Bañistas con balón de playa' (1928), una de las obras de la muestra. | Kunsthaus ZúrichEn septiembre de 1932, Pablo Picasso, que ya era un artista famoso, condujo en su auto desde París hasta Zurich para inaugurar una mega exhibición de sus obras que marcó un punto de inflexión en la historia de la cultura occidental.

Aunque él mismo fue el organizador del evento y se hospedó durante dos días en un lujoso hotel cercano, nunca fue a ver sus propias obras en el Museo Kunsthaus de la ciudad. Este invierno boreal, y para celebrar su centenario, el Kunsthaus recreó la histórica exhibición -o la mitad de ella- y ha convocado a multitudes.

Para la nuestra original, Picasso, que entonces tenía 51 años, eligió las 229 obras, entre pinturas, litografías y un puñado de esculturas de bronce. "En efecto (...) él escogió esta también", dice Tobia Bezzola, que organizó el nuevo evento.

En una época en que el arte contemporáneo era normalmente exhibido en galerías privadas y comerciales, la muestra de 1932 fue probablemente la primera retrospectiva de un artista vivo en un museo, según los historiadores culturales.

Pionero
'Desnudo contemplando el mar' (1929)


El trabajo de cubrir la cosecha del artista español desde 1899, cuando era un prodigio de 18 años en Barcelona, hasta los períodos rosa, azul, cubista, constructivista y semi surrealista que atravesó ya en París a comienzos del siglo XX, inició una tendencia que sacudió al mundo del arte después de la Segunda Guerra Mundial y que sigue vigente hasta ahora.

Con sus catálogos, en versiones económicas y caras, sus posters y comunicados de prensa, la primera exhibición en el Kunsthaus fue un prototipo de las exitosas instalaciones de arte que actualmente generan ganancias a los grandes y pequeños museos de todo el mundo.

Éxito de público, no de ventas

Aunque en ese momento no dejó mucho dinero, ya que el mundo se encontraba en medio de los efectos de la Gran Depresión, el evento tuvo una impresionante convocatoria de 32.000 visitantes durante los dos meses que duró.

Un reflejo de la precaria situación económica de la época es que no se vendieron ninguno de los lienzos ofrecidos por Picasso, excepto uno, que fue comprado por el propio museo.

Aquel trabajo cubista, 'Guitar on a Gueridon', de 1915, es una de las piezas centrales de la nueva exhibición, que comenzó el 15 de octubre y finaliza el 30 de enero y ya ha recibido 250.000 visitantes.

Reuters | Zúrich: Zúrich viaja en el tiempo para resucitar a Picasso, EL MUNDO, 24 de diciembre de 2010