Berlusconi decide devolver a dos esculturas clásicas su pene y sus brazos

Venus y Marte, antes (izda.) y después de la restauración. | Reuters Cansado de ver en el Palazzo Chigi, sede del Gobierno italiano, una estatua de Marte sin pene y a su compañera Venus sin brazos, Silvio Berlusconi ha decidido que se les restituyan sus miembros, contraviniendo las normas de restauración más estrictas, según revela este jueves La Repubblica. El grupo de estatuas de mármol, instalado desde febrero en el pórtico de honor del Palazzo Chigi, se ha beneficiado de otro tratamiento muy poco ortodoxo: ha sido instalado ante un fondo azul con nubes, totalmente 'kitsch', elección del arquitecto personal de il Cavaliere, Mario Catalano. Datado en el año 175 después de Cristo y hallado en 1918 en Ostia, cerca de Roma, el grupo escultórico, de 1,4 toneladas y 2,28 metros de altura, representa al dios de la Guerra con los rasgos del emperador Marco Aurelio y a la diosa del Amor, con la fisonomía de la emperatriz Faustina.

Ya la transferencia de la obra desde el Museo romano de las Termas de Diocleciano al palacio donde trabaja Berlusconi suscitó controversia, pues privaba al público de la visión de la obra. El acuerdo de préstamo prevé su retorno al museo tras el fin de la legislatura, en 2013. La intervención "estética", solicitada expresamente por el presidente del Gobierno y su arquitecto, está en total contradicción con las rigurosas reglas en Italia acerca de las obras de arte sensibles. Estas reglas prevén que las restauraciones no deben engañar al espectador, sino mostrar la diferencia entre lo que es verdaderamente original y lo que ha sido restaurado. "¿Por qué las esculturas en China tienen el aire de ser nuevas, mientras las nuestras carecen de brazos y cabezas?", dijo Berlusconi a su arquitecto cuando le entregaron la estatua, según La Repubblica.

Mientras el Ministerio de Cultura ha sufrido golpes drásticos (el presupuesto de conservación del patrimonio ha caído un 46% para 2011), el coste de este 'lifting' (70.000 euros) ha suscitado también polémica. Sobre todo, teniendo en cuenta que hace sólo unos días se produjo el derrumbe de la Domus de los Gladiadores en Pompeya, que puso el acento en el precario estado de parte del patrimonio italiano. El Partido Demócrata (PD) de izquierda ha reprochado al ministro de Cultura, Sandro Bondi, que "ceda su ministerio a los caprichos y locuras del presidente del Gobierno". "Que Bondi nos diga si es normal que, violando la legislación en vigor, el célebre grupo de mármol [haya sido sometido] a una verdadera intervención de cirugía estética", ha dicho la diputada del PD encargada de la cultura, Manuela Ghizzoni.

Ante las críticas, el Ministerio de Cultura ha indicado en un comunicado que esta restauración ha sido realizada "recurriendo a métodos y soluciones técnicas innovadoras aplicadas por primera vez a una escultura de la era clásica". "Para las sustituciones [de miembros] se han utilizado soluciones absolutamente reversibles, las reconstrucciones en resina se adhieren a los puntos de fractura mediante imanes, con los resultados que respetan completamente la ética de las reglas de restauración", añade. Por su parte, el arquitecto de Berlusconi se ha defendido subrayando que las "prótesis" colocadas sobre las estatuas son "amovibles". "Se trata de restituciones efectuadas dentro de las reglas que sirven para hacer ver la obra tal y como era cuando fue esculpida", añadió.


Cansado de ver en el Palazzo Chigi, sede del Gobierno italiano, una estatua de Marte sin pene y a su compañera Venus sin brazos, Silvio Berlusconi ha decidido que se les restituyan sus miembros, contraviniendo las normas de restauración más estrictas, según revela este jueves La Repubblica.