Recuperadas relevantes piezas arqueológicas en Córdoba
La Policía ha recuperado un mosaico tardorromano, hachas neolíticas, proyectiles romanos, fíbulas, una oinokoe y más de 800 monedas árabes y romanas procedentes, en su mayoría, del expolio de tres tumbas de una necrópolis del s. I y s. IV en Córdoba el pasado mes de agosto. La investigación comenzó al detectarse que en la sala londinense Cristie’s se había subastado una basa de columna procedente del yacimiento de Medina Azahara, que había sido vendida por 150.000 euros tras sacarla ilegalmente de España. Esa pieza, que fue encontrada en la excavación P.E.R.I ma-9 de Córdoba, ya había sido inventariada. La Brigada de Patrimonio Artístico ha detenido a cuatro individuos, entre ellos un belga-libanés, acusado de contrabando.
La citada basa, junto al resto de piezas de esa excavación, fue depositada en unos almacenes de una empresa privada a la espera de que la Delegación de Cultura de Córdoba designase a quién se encomendaba el estudio y custodia de las mismas. Pero mientras se tomaba esa decisión, la pieza ya estaba en una sala de subastas primero y en manos de un comprador, después. Al percatarse que la pieza de la columna de mármol había sido vendida, los responsables revisaron el inventario y comprobaron que faltaban además otras 15 piezas de interés arqueológico que se encontraban en el mismo lugar.
Los agentes comunicaron a la Policía británica, a través de INTERPOL, la procedencia ilícita de la basa subastada y le pidió colaboración para identificar al vendedor. Así se llegó hasta un belga-libanés que aseguró que la pieza procedía de la colección particular que su familia tenía en Líbano desde hace décadas. Este individuo fue detenido en Marbella por contrabando. Compró la basa, a cambio de unos cuadros, a un comerciante de antigüedades de Ronda (Málaga) y a éste se la vendió un trabajador vinculado al almacén donde se guardaban los hallazgos.
La investigación ha logrado centrar a todos los implicados: al que la robó del yacimiento, el que la introdujo en el mercado legal para blanquearla (el libanés) y el resto de colaboradores. Las piezas que desaparecen sin ser inventariadas son vendidas habitualmente por un intermediario a una segunda persona que se encuentra en el nivel medio de la cadena. Este es quien tiene los contactos para localizar a un eventual comprador o bien sacarla al mercado internacional. El comerciante de antigüedades detenido se encontraba en el penúltimo eslabón de la cadena y mantenía tratos con personas vinculadas a zonas ricas en yacimientos arqueológicos. Estos individuos le suministraban piezas. Su mayor preocupación era que fuesen auténticas y a ser posible que aún conservasen restos de tierra.
Entre estos contactos fue identificado un coleccionista de monedas e intermediario en la compra venta de piezas arqueológicas junto con su socio, ambos en Aguilar de la Frontera. Los dos han sido detenidos y hay otras cinco personas imputadas.
Los arrestados están también vinculados al expolio de tres tumbas en Aguilar de la Frontera. Tumbas pertenecientes a una necrópolis romana que quedó al descubierto tras las lluvias del pasado mes de agosto. Algunas de las piezas expoliadas han sido encontradas en los registros practicados en Aguilar de la Frontera (Córdoba), Badolatosa (Sevilla), Lora del Río (Sevilla) y Ronda (Málaga).
La citada basa, junto al resto de piezas de esa excavación, fue depositada en unos almacenes de una empresa privada a la espera de que la Delegación de Cultura de Córdoba designase a quién se encomendaba el estudio y custodia de las mismas. Pero mientras se tomaba esa decisión, la pieza ya estaba en una sala de subastas primero y en manos de un comprador, después. Al percatarse que la pieza de la columna de mármol había sido vendida, los responsables revisaron el inventario y comprobaron que faltaban además otras 15 piezas de interés arqueológico que se encontraban en el mismo lugar.
Los agentes comunicaron a la Policía británica, a través de INTERPOL, la procedencia ilícita de la basa subastada y le pidió colaboración para identificar al vendedor. Así se llegó hasta un belga-libanés que aseguró que la pieza procedía de la colección particular que su familia tenía en Líbano desde hace décadas. Este individuo fue detenido en Marbella por contrabando. Compró la basa, a cambio de unos cuadros, a un comerciante de antigüedades de Ronda (Málaga) y a éste se la vendió un trabajador vinculado al almacén donde se guardaban los hallazgos.
La investigación ha logrado centrar a todos los implicados: al que la robó del yacimiento, el que la introdujo en el mercado legal para blanquearla (el libanés) y el resto de colaboradores. Las piezas que desaparecen sin ser inventariadas son vendidas habitualmente por un intermediario a una segunda persona que se encuentra en el nivel medio de la cadena. Este es quien tiene los contactos para localizar a un eventual comprador o bien sacarla al mercado internacional. El comerciante de antigüedades detenido se encontraba en el penúltimo eslabón de la cadena y mantenía tratos con personas vinculadas a zonas ricas en yacimientos arqueológicos. Estos individuos le suministraban piezas. Su mayor preocupación era que fuesen auténticas y a ser posible que aún conservasen restos de tierra.
Entre estos contactos fue identificado un coleccionista de monedas e intermediario en la compra venta de piezas arqueológicas junto con su socio, ambos en Aguilar de la Frontera. Los dos han sido detenidos y hay otras cinco personas imputadas.
Los arrestados están también vinculados al expolio de tres tumbas en Aguilar de la Frontera. Tumbas pertenecientes a una necrópolis romana que quedó al descubierto tras las lluvias del pasado mes de agosto. Algunas de las piezas expoliadas han sido encontradas en los registros practicados en Aguilar de la Frontera (Córdoba), Badolatosa (Sevilla), Lora del Río (Sevilla) y Ronda (Málaga).
Cruz Morcillo, Madrid: La Policía recupera piezas de tumbas de Medina Azahara robadas de un almacén,
contratado por la Junta de Andalucía, ABC, 16 de noviembre de 2010
contratado por la Junta de Andalucía, ABC, 16 de noviembre de 2010