El retrato anónimo del filósofo Spinoza ya tiene autor: Joaquín Sorolla
Un retrato del filósofo Spinoza que figuraba como anónimo en los fondos artísticos propiedad de la Fundación General de la Universidad Complutense (UCM), ya tiene autor conocido: Joaquín Sorolla, ha informado Julia Irigoyen, jefa de la Unidad de Gestión del Patrimonio Artístico de la universidad.
En una entrevista con motivo del anuncio oficial del descubrimiento que presidió el miércoles 16 de julio de 2008 el rector, Carlos Berzosa, en uno de los cursos de verano de El Escorial (Madrid), la conservadora ha explicado los pasos que confirmaron una intuición que ella tuvo hace un año cuando pensó que ese retrato "de larga pincelada" y "soltura de trazo", podía ser un Sorolla.
Fue el pasado otoño, durante los preparativos de la exposición que organizó el área de Cultura de la Fundación General de la UCM en el Botánico de la Complutense, para dar a conocer sus fondos artísticos -compuestos por alrededor de un centenar de piezas procedentes de donaciones, de alguna adquisición y de actividades realizadas en los últimos 20 años-, que aún son poco conocidos por el gran público. Durante la revisión de las obras que iban a exponerse y cuando la conservadora observaba muy de cerca, tras su restauración y limpieza, los detalles de este lienzo de Spinoza (de 83x60 centímetros, valorado en 200.000 euros) "la memoria visual me trajo a la cabeza otra imagen del filósofo", recordó Irigoyen. "Y esa imagen era el original de un desconocido autor holandés del XVIII, que se ha repetido mucho -explicó-, y que también Sorolla debió copiar".
Para corroborar esa sensación derivada de sus muchos años de oficio como conservadora de museos, Irigoyen pidió al secretario de la Fundación Simarro, Javier Campos, que averiguara si el médico Simarro, de quien procede el legado que incluía este lienzo, pudo interesarse por el pensador holandés. Psicólogo y hombre polifacético, Luis Simarro era un completo humanista -hijo del pintor Ramón Simarro y ahijado de Luis de Madrazo- que acogió, trató y cuidó en su casa a Juan Ramón Jiménez cuando el poeta enviudó y quedó solo y deprimido.
La pista: Juan Ramón Jiménez
"¡Cual fue mi asombro! -dijo Irigoyen- cuando, apenas una hora después, Campos me confirma que, en efecto, en el libro 'Un andaluz de fuego', de Francisco Giner de los Ríos, hay un comentario de Juan Ramón sobre el retrato. "Cuando el doctor Simarro me leía, con su entusiasmo afanoso, fragmentos de la 'Ética' (aquellas noches ricas, junto al fuego que rojeaba tantos libros de todas clases, y el retrato de Spinoza que Simarro le había pedido a Sorolla que le pintara) -escribe el poeta textualmente-, yo veía brotar, surgir en la penumbra las palabras (...) formando ideas como orbes de sentido, de conciencia, de belleza y verdad". El estudio comparativo y análisis químico de los pigmentos fue la siguiente prueba concluyente, además de la visita al Museo Sorolla, cuyo director, Florencio Santa-Ana, ratificó la adjudicación.
La conservadora recuerda que haciendo ella misma los inventarios de la Fundación General de la UCM, no detectó en su momento la autoría del valenciano, pues recalca que "son las tareas de revisión y cotejo posteriores, cuando hay tiempo para detenerse ante los pequeños detalles, las que permiten este tipo de descubrimientos". En los últimos años se han hecho otras atribuciones de autores desconocidos -confiesa-, se han autentificado acuarelas sin firma del mismo Sorolla, dibujos o bocetos preparatorios de algunas de las obras pertenecientes a la institución.
[Efe, Madrid], El retrato anónimo del filósofo Spinoza ya tiene autor: Joaquín Sorolla, El Mundo, 12 de julio de 2008
En una entrevista con motivo del anuncio oficial del descubrimiento que presidió el miércoles 16 de julio de 2008 el rector, Carlos Berzosa, en uno de los cursos de verano de El Escorial (Madrid), la conservadora ha explicado los pasos que confirmaron una intuición que ella tuvo hace un año cuando pensó que ese retrato "de larga pincelada" y "soltura de trazo", podía ser un Sorolla.
Fue el pasado otoño, durante los preparativos de la exposición que organizó el área de Cultura de la Fundación General de la UCM en el Botánico de la Complutense, para dar a conocer sus fondos artísticos -compuestos por alrededor de un centenar de piezas procedentes de donaciones, de alguna adquisición y de actividades realizadas en los últimos 20 años-, que aún son poco conocidos por el gran público. Durante la revisión de las obras que iban a exponerse y cuando la conservadora observaba muy de cerca, tras su restauración y limpieza, los detalles de este lienzo de Spinoza (de 83x60 centímetros, valorado en 200.000 euros) "la memoria visual me trajo a la cabeza otra imagen del filósofo", recordó Irigoyen. "Y esa imagen era el original de un desconocido autor holandés del XVIII, que se ha repetido mucho -explicó-, y que también Sorolla debió copiar".
Para corroborar esa sensación derivada de sus muchos años de oficio como conservadora de museos, Irigoyen pidió al secretario de la Fundación Simarro, Javier Campos, que averiguara si el médico Simarro, de quien procede el legado que incluía este lienzo, pudo interesarse por el pensador holandés. Psicólogo y hombre polifacético, Luis Simarro era un completo humanista -hijo del pintor Ramón Simarro y ahijado de Luis de Madrazo- que acogió, trató y cuidó en su casa a Juan Ramón Jiménez cuando el poeta enviudó y quedó solo y deprimido.
La pista: Juan Ramón Jiménez
"¡Cual fue mi asombro! -dijo Irigoyen- cuando, apenas una hora después, Campos me confirma que, en efecto, en el libro 'Un andaluz de fuego', de Francisco Giner de los Ríos, hay un comentario de Juan Ramón sobre el retrato. "Cuando el doctor Simarro me leía, con su entusiasmo afanoso, fragmentos de la 'Ética' (aquellas noches ricas, junto al fuego que rojeaba tantos libros de todas clases, y el retrato de Spinoza que Simarro le había pedido a Sorolla que le pintara) -escribe el poeta textualmente-, yo veía brotar, surgir en la penumbra las palabras (...) formando ideas como orbes de sentido, de conciencia, de belleza y verdad". El estudio comparativo y análisis químico de los pigmentos fue la siguiente prueba concluyente, además de la visita al Museo Sorolla, cuyo director, Florencio Santa-Ana, ratificó la adjudicación.
La conservadora recuerda que haciendo ella misma los inventarios de la Fundación General de la UCM, no detectó en su momento la autoría del valenciano, pues recalca que "son las tareas de revisión y cotejo posteriores, cuando hay tiempo para detenerse ante los pequeños detalles, las que permiten este tipo de descubrimientos". En los últimos años se han hecho otras atribuciones de autores desconocidos -confiesa-, se han autentificado acuarelas sin firma del mismo Sorolla, dibujos o bocetos preparatorios de algunas de las obras pertenecientes a la institución.
[Efe, Madrid], El retrato anónimo del filósofo Spinoza ya tiene autor: Joaquín Sorolla, El Mundo, 12 de julio de 2008